lunes, 4 de febrero de 2013

HIPOACUSIA

INSTITUCIÓN EDUCATIVA ALFONSO LÓPEZ
AULA DE APOYO

HIPOACUSIA

1.      DEFINICIÓN

La hipoacusia es un trastorno caracterizado por la pérdida o la disminución de la audición que puede afectar a uno u ambos oídos. Uno de cada mil niños padece de sordera, reservándose la denominación de “sordo” para aquellos que poseen una hipoacusia severa en ambos oídos.

2.      CLASIFICACIÓN

  • ·    Hipoacusia de conducción: producidas como consecuencia de una alteración en el aparato de conducción del sonido (oído externo y oído medio).
  • · Hipoacusia perceptiva: alteración del sistema de percepción del sonido (oído interno, nervio auditivo, corteza cerebral).
  • ·    Hipoacusia mixta: combinación de las 2 anteriores.


3.      CAUSAS
      En las hipoacusias de conducción, las causas más frecuentes son:
  • ·         Alteraciones congénitas del pabellón de la oreja o del conducto auditivo externo.
  • ·         Tapón de cera o impacto de un cuerpo extraño en dicho conducto.
  • ·         Infecciones como otitis o perforación del tímpano.

En las hipoacusias de percepción, las causas más frecuentes son:
·         Herencia.

  • ·        Eruptivas durante el embarazo, tales como la rubéola.
  • ·         Sífilis materna en el período de gestación.
  • ·    Ingesta de medicamentos de la madre durante el embarazo (aminoglucósidos, quinina y alcohol entre otros).
  • ·         Deshidratación, infecciones (meningitis, paperas, varicela) adquiridas durante la infancia.
  • ·         Exposición prolongada a ruidos intensos (trauma acústicos).
  • ·         Presbiacusia, característica de los ancianos y asociada a trastornos circulatorios.


4.      DIAGNÓSTICO
El diagnóstico de la hipoacusia es exclusivamente clínico, realizado por médico otorrino y fonoaudiología, a través de una audiometría que mide la capacidad auditiva.

5.      TRATAMIENTO
·         Estimulación auditiva a la más temprana edad posible.
·         Audioprótesis.
·         Implante coclear (sordera prifunda).
·         Intervención logopédica.

6.      ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS

  • ·     Antes de iniciar una explicación o conversación, asegúrese de que el estudiante lo esté mirando, si es necesario tóquele el hombro para que le preste atención; y entonces comience a hablar.
  • ·         Manténgase a una distancia de un metro o metro y medio del receptor.
  • ·     Asegúrese de que el estudiante sabe de qué tema se va a hablar y avísele cuando el tema concluya o cambie.
  • ·   Utilice recursos visuales (dibujos, diagramas, notas, gestos) para apoyar su explicación, aclarar posibles confusiones y evitar malos entendidos.
  • ·         Colóquese de frente o en un ángulo en que quede cerca del mejor oído del estudiante. Incluso tomando todas estas precauciones, el estudiante puede tener problemas para escuchar, sobre todo si usted está a más de un metro y medio de distancia o si hay mucho ruido ambiental.
  • ·         Hable a una velocidad moderada, con una intensidad normal o deteniéndose entre una y otra idea para que el estudiante pueda comprender lo que le está diciendo. No separe los mensajes en palabras o en sílabas porque produce mayor confusión.
  • ·         Hable sin exagerar los movimientos faciales y de los labios.
  • ·   Procure hablar con entusiasmo, utilizando el lenguaje corporal y los gestos de forma natural.
  • ·         Siempre que sea posible, trate de disminuir el ruido del lugar donde se encuentran.
  • ·         No hable de espaldas o cuando no haya luz suficiente.
  • ·         Asegúrese de que la luz de a usted de frente y no por atrás para que el estudiante pueda verle la cara.
  • ·         El uso discreto de lápiz labial favorece la lectura labio-facial, mientras que la barba y el bigote la dificultan.
  • ·         Hable lentamente, con espacios de descanso, para evitar que el otro se fatigue.
  • ·     Evite reírse, comer, fumar, mascar chicle, mover exageradamente el cuerpo o la cabeza mientras habla.
  • ·         No se tape la boca con las manos ni con otros objetos.
  • ·     Cuando el estudiante le comunique que no ha entendido algo, repítaselo de la misma manera recurriendo a  apoyos audiovisuales, como señalar el objeto, mostrar una fotografía, etc. Si no se puede usar ningún recurso visual entonces modifique ligeramente la forma del mensaje o pregúntele qué entendió, para aclarar directamente la ambigüedad o la confusión.
  • ·  Revise constantemente la comprensión del receptor, observando su conducta, o verificando el contenido del mensaje por medio de preguntas.
  • ·   Si el estudiante usa prótesis auditiva, no hablarle en tono alto ni gritar, ya que esto produce distorsión y molestia en los oídos.
  • ·      Trabajar con base en experiencias propias o vividas por el estudiante, centra su atención y mejora su proceso de comprensión.
  • ·      El lenguaje empleado debe ser claro y con significaciones puntuales, no se debe emplear vocabulario muy elaborado.
  • ·    Formular preguntas de comprensión e interpretación en el desarrollo de las diferentes actividades programadas, fundamentalmente en las relacionadas con la lectura, ayuda al estudiante a mantener la ruta de acceso al conocimiento.


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